quinta-feira

Sao Luiz de Paraitinga


Tras unas horillas enlatados en el Papa-movil (el coche de Sergio, un español más currando en Sao Paulo y que hace las veces de papi de la pandi becaria), llegamos a la Pousada Fenix en Sao Luiz de Paraitinga (a.k.a. Piratunga, Piraritira, Piritinda: en efezto, es un nombre difícil de memorizar). Nos recibió un señor encantador que no nos daba de cenar, así que nos acomodamos y pusimos rumbo al pueblo para meternos entre pecho y espalda unos filetones y un caldito, el gran descubrimiento culinario de la noche para mis anfitriones (yo lo había catao ya en mi otro viaje, en Goiania, pero esa es otra historia). Y a sobar.
A la mañana siguiente, después de un pedazo de desayuno con zumazos recién exprimidos, bollitos caseros, bocatas, frutas, yogures, mermeladas, pao de queijo y demás manjares nos equipamos para ir de marcha, a caminar, me refiero.

ummmmmmmm

He de decir que mi previsión de moda calzado para el tour brasi no fue muy acertada, porque se me olvidó llevarme unas deportivas (es que en madrid no las uso casi, apestan los pies y sólo conjuntan con vaqueros, que tampoco uso), así que haciendo honor a mi guirismo completé mi atuendo con calcetos y chanclas birkenstock. Toma ya.


En el pueblo. Por suerte, no se ve mi moda pies.

De esta guisa, y por tozudez de Cassia caminamos un ratazo por asfalto para llegar a Cachoeira Grande (nombre cero original, pero enfin). Bueno, casi todos caminamos, porque el señor calvo que aparece en la foto hizo el viaje en todoterreno y con paradas cerveciles, él si que sabia. Hay que decir que los brasis de este viaje, menos el calvo, Cassiano y Anna Paula, eran un poco raritos. Las mozas sólo nos dirigieron tres palabras y en español, a saber: culito, amorcito y otra cosa acabada en -ito que debe ser que les suena muy español. O el efecto Yisus, que las vuelve locas.

Aqui la panda al completo. Lo que hay a la izquierda trepando por la cachoeira es un japo.

Después de esto, comilona conjunta en un restaurante tipicamente caipira, que en portu tiene dos sentidos: persona del interior y paleto. Camareros pintorescos y cachorro pesao que pedía sobras.

A María ya se le nota el efecto sopor del feijao. Está pidiendo una siesta a gritos.

De vuelta a la posada, sorpresa! El hombre majo nos había preparado una hoguera juninha, y nos esperaba un cantor con guitarra que sólo tenía gracia en su faceta musical, porque cuando dejaba de tocar daba una chapa que no veas. También nos obsequiaron con una suculenta cena regional con vino caliente del que me comí todas las frutitas (hip!). Y a dormir.

Al día siguiente fuimos a hacer un sendero por la Serra do Mar, trozo de Mata Atlántica en el litoral Paulista. Esuna reserva natural, por lo que ibamos acompañados por un guía del IBAMA que se parecia horrores a Harvey Keitel y que nos fue contando cositas sobre el tráfico ilegal de palmito, las truchas devoramanzanas de la zona, los ríos y cachoeiras y una lombriz gigante y blancuzca que se cruzó en nuestro camino. Todo muy florestal.


El vergel de la Mata Atlánchica.


Aqui al borde del rio de las truchas hambrientas.


Concluido el paseo con Mauricio Keitel, no todo iba a ser ecología y viva el verde, así que un sector decidimos ir a comer pejcaito a un chiringo de la playa de Ubatuba que quedaba cerca. Yis y yo hicimos el viaje en el coche de Cassiano y Anna Paula, un poco acojonaos, porque con la de curvas y niebla que había la muchacha no dejaba de abrazar a su maromo conductor (en otra entrada comentaré los temazos más candentes del parejismo brasi, que parece que los untan con cola de contacto en la primera cita).


El chiringo, de bote en bote y con canción del invierno, porque hacía un rato rasca.

Y depués regresamos a Sao Paulo.
hale, mañana, más.

domingo

Chegamos em Sao Paulo

Viernes, 29 de junio. Sao Paulo

Pues sí, llegar llegué, ay madre.
Sao Paulo es la tercera ciudad más poblada del mundo, con 22 millones de habitantes, detrás de Tokio y México DF. Así a priori no soy muy amante de multitudes (pensad que es la mitad de la población de España metida en una city), pero aún así, yo es que fue poner los pies en el país y sentir una alegría de fans fatal...


Vista aérea de la Avenida Paulista


Teixeira, el taxista de Yisus, me recogió en el aeropuerto para llevarme a los Flachis St. James -na rua Urussui en Itaim-Bibi-, por el módico precio de R$ 80 (unos 30 euris) que no aboné, por no tener encima ni un real (el eurocentrismo, es lo que tiene); pobre Teixera... todo el camino dándome palique pa que luego me vaya sin pagar...



Aqui la Marginal, circunvalación de Sao Pa

Los flachis, flats a la brasi, son como nuestros apartahoteles pero con un nombre que mola mucho más. Hay un recepcionista abajo que te ficha el primer día y después siempre te llama por tu nombre. En Brasil el nombre de Jesús está básicamente reducido al ámbito bíblico, nadie se llama así y causa bastante shock (pensad que es un poco como si de repente conoces a alguien en España que se llame Judas o Cristo), así que ser amiga del hijo de Dios te abre muchas puertas. Es este caso, la del flachi 331, mi hogar en Sao Pa.

Tras una vuelta por el barrio, mi primer suco de cajú, una visita al citibank y unas gestiones telefónicas para resolver problemas logísticos ponemos rumbo findesemanero a Sao Luiz de Piraitinga, con los culos apretaos y una pequeña discusión inicial en ambiente cargao.
Mañana, más.

sexta-feira

Dia D - hora H

Jueves, 28 de junio. Barajas
Después de más de tres meses con el billetazo MAD(drid)-GUA(rulhos, que no GUA-dalajara) bajo llave en mi cajón, por fin llegó el momentazo de partir...

Para el que no lo sepa, viajé con Air China, lo más barato que encontré para Sao Paulo, 687 EUR; ya me dice siempre mi madre: "lo barato sale caro", aunque en este caso, lo que salió es tarde. 23 horas para ser más exactos. Nos contaron un rollo de que había que traer un tornillo de Londres, pero a mí no me engañan: ese tornillo vino de China, 23 horas en venir de Londres no tarda ni una paloma mensajera.


Pero a todo hay que buscarle el lado positivo: como en el pasaje sólo había dos ejpañoles (yo y Alberto, que se iba de Ongero a Belo Horizonte), pues tuve oportunidaz de intimar con los brasis allí presentes, hasta el punto de que acabé acunándole el bebé de una señora carioca mientras ella le sujetaba la cola a su otro churumbel meón... Con el ajetreo del día, sobé además espectacularmente bien, desde Ciudad Real a Fortaleza de un tirón.

También hay que decir que pese a que habían corrido serio riesgo de linchamiento por parte de hordas de brasis encolerizados, la tripulación china (no son exactamente las de la foto, pero se les parecían) se portó estupendamente con nosotros, y nos desayunaron con unos noodels agridulces y unos lichis muy apropriados para la hora del despegue, a las 4 de la mañana.

En fins, llegar llegamos que era lo importante.

El retorno de mostrenca


Increível mas certo:
Mostrenca vuelve a dar la vara en blogger, esta vez por una causa justa que es cronicar el merecido viajezazo que me he pegao, y compartir las fotos y los recuerdos con mi compi yisus, sin el que esta visita al país tropical de mis amores no hubiera sido posible...